sábado, 21 de febrero de 2015

La conspiranoia me persigue

La conspiranoia me persigue.
Tengo un amigo que lleva unos meses contándome todo tipo de conspiraciones mundiales; algunas menos creíbles que otras. Esto se ha traducido en un número incontable de ocasiones en las que puedo ver, oír o interpretar signos iluminatis prácticamente en cualquier sitio.
Yo no me creo para nada estas locuras, pero os voy a contar algo muy extraño que me sucedió hará unos seis días.
No sé si conocéis el proyecto MK-Ultra, pero resulta que estábamos en una cafetería hablando de esto, mi amigo y yo, cuando él se quedó muy callado y con la vista fija en la nada. A partir de ahí, mi amigo pareció un robot, y empezó a actuar de forma muy extraña. Pero más extraño fue cuando sacó una metralleta uzi y empezó a disparar a diestro y siniestro. Yo estuve rápido y, al verlo, me agaché debajo de la mesa, por lo que no recibí ningún disparo.
Al notar que el tiroteo había cesado, salí de debajo de la mesa buscando a mi amigo. Estaba sentado y seguía tomándose su café como si nada hubiera ocurrido, con los ojos puestos en la nada.
«¿Tom?»mi amigo reaccionó por fin, miró alrededor y alarmado, me dijo que nos fuéramos pitando de allí, cosa que no tuvo que repetirme.
Aún queda algo extraño, y es que al salir, un fogonazo de luz que todavía hoy no puedo explicar de dónde vino, apareció, dejándome ciego por un instante. Cuando recuperé la visión, Tom había desaparecido, dejándome allí solo con toda la carga de los asesinatos.
Les repito que yo no me creo nada de estas conspiraciones raras sobre extraterrestres que nos abducen ni agentes durmientes que despiertan en momentos determinados para cumplir una determinada misión y olvidarla al instante.
Pero es lo que pasó señores agentes. Yo soy inocente. Busquen a Tom.

No hay comentarios:

Publicar un comentario